sábado, 20 de julio de 2013

You only have one chance, you know (Capítulo 1)

Autora: Daleth (@_anothershadow)
Participantes: (?)
Género: angst, crime, drama, mystery, general
Advertencias: muerte de un personaje, violación NO explícita, tortura, lemon. lenguaje soez
Autorización: +18
Sinopsis:
"SeoWon era un lugar complicado, él lo sabía mejor que nadie... Se conocía sus calles como la palma de su mano, había jugado con fuego en sus rincones más oscuros y más de una vez se había quemado. Pero estaba vivo, más vivo que nunca en su maldita vida. Había escapado de ese agujero que lo consumía lentamente y ahora era libre, libre para hacer todo aquello que las eternas palizas le habían impedido, libre de limpiar sus manos de los restos de sangre seca, libre para contar su historia... Tal vez no es bonita, tal vez es demasiado dura, tal vez no hay un amor verdadero escondido entre sus líneas, pero es su historia. ¿Estás dispuesto a escucharla...?"



Capítulo 1
 
El puño cerrado de aquel chico se estampó con fuerza en la cara contraria, haciendo que su adversario soltara un quejido de dolor y frustración antes de escupir algo de sangre. Sin embargo, se recompuso rápidamente y le regaló al otro una patada en el estómago que no pudo esquivar y que le hizo retroceder. Inmediatamente, las personas detrás de él en aquel improvisado ring lo empujaron de vuelta a la pelea para que no pudiera escapar. Ninguna de los que se agolpaban alrededor de los dos muchachos podía permitir que su diversión acabara tan pronto... claro que no todos en aquel barrio dejado de la mano de Dios eran bestias inmundas sin más diversión que emborracharse, drogarse o pelearse.

Aunque pareciese imposible, aún sobrevivían hombres y mujeres en aquel barrio marginal que tenían educación y respetaban a los demás, su único pecado era no tener suficiente dinero. Y había quien se lamentaba profundamente de ser pobre porque sabía lo que era vivir bien, tener un techo bajo el que dormir y un plato de comida delante; y aquello, simplemente, resultaba una verdadera tortura. Cuando te llevabas un trozo de comida a la boca no sabías cuándo volverías a saciar tu hambre y, si tenías un hogar, debías dar gracias por ello. Por supuesto, jamás pertenecerías a aquel mundo aparte de toda ciudad. Era casi como si oliesen que llegabas de fuera y se aprovecharan de ti porque no conoces sus reglas y no sabes cómo funciona.

Y en esa tortura diaria se encontraba aquella muchacha de expresión triste y pelo castaño alborotado cuyo flequillo tapaba ligeramente sus ojos. A ella no le gustaban las peleas, nunca había sido partidaria de la violencia; pero, desde que los golpes eran parte de su día a día, los aborrecía completamente. Era una pija, una niña rica, alguien despreciable para el resto. Ella simplemente no había hecho nada, ni siquiera tuvo la culpa de que la empresa de su padre quebrara; pero ahí estaba, sola, dolorida de la última golpiza y sin un won en el bolsillo.

Suspiró por décima vez en aquel rato, mirando a la muchedumbre antes de darse la vuelta y tomar el camino contrario. Observaba sus pies como si fueran la cosa más interesante del mundo, cubiertos con aquellas converse que sus padres le regalaron al cumplir los diecisiete y que eran lo poco que le quedaba de su antigua vida. Apretó los puños, estaba cabreada. Cabreada con Dios, Buda, Alá, Yahvé, el karma o lo que fuese, cabreada con sus padres por haberla dejado ahí tirada, con ella misma por no saber defenderse, con sus amigos por no querer llegar hasta allí para sacarla aunque fuese solo por unas horas... Pero... ¿a quién pretendía engañar? Ella tampoco sería capaz de pisar aquellas sucias y maltrechas calles si no fuera porque ahora eran su hogar...

Suspiró de nuevo, levantando su brazo izquierdo y subiéndose la manga fina de su camiseta.

«No te olvides de quién eres, Bang MinAh»

Las letras marcadas en su piel fruto de una noche de rabia en la que no tuvo nada mejor que hacer que rajarse el brazo, calmando su furia con el fluir lento y tranquilo de la sangre, le miraban casi con desprecio.

A veces... a veces sentía que no era ella, que aquel mísero lugar la estaba absorbiendo y convirtiendo en uno más de sus habitantes, y eso le aterraba.

Se miró en un escaparate sucio y manoseado que la reflejaba perfectamente. Estaba pálida, más de lo usual, demacrada, y había perdido mucho peso. Su labio inferior estaba levemente hinchado y en su pómulo derecho aún era visible una marca morada producto de un fuerte puñetazo.

Palpó con suavidad su cara, delineando cada uno de sus rasgos, más afilados de como los recordaba. Pasó sus manos por sus brazos, escuálidos bajo las mangas de la camiseta, y por su pecho, marcando sus costillas.

– Tú no eres Bang MinAh –se gritó a sí misma casi con desprecio, remarcando los sentimientos de asco y odio hacia su propia persona que se revolvían en su estómago, provocándole arcadas.

Cogió una piedra del suelo y la tiró con fuerza contra el cristal, rompiéndolo en miles de pedazos y matando a ese reflejo que no era ella. Aquel fue el final, el cierre de la vida que una vez tuvo. Ya no era Bang MinAh o Min, ahora era una más de aquel barrio. Era el momento de entrar a su juego y ganar, porque no se iba a dar por vencida...

Sonrió para sí misma, pateando algunos trozos de cristal más grandes que los demás, y se dispuso a reemprender su camino, pero una voz, aquella voz que odiaba, rebotó en la calle vacía dejándola paralizada.

– ¿Dónde vas tan sola?

Un escalofrío la recorrió por completo. Lo odiaba, lo aborrecía... le aterraba... Jamás lo admitiría con nadie, pero el tal Lay, el dueño de aquella voz, era una de sus peores pesadillas...

Respiró hondo, tratando de calmarse. Si algo había aprendido en aquel tiempo era que debía dejar ver lo mínimo de su persona, eso incluía sentimientos, pensamientos e incluso su nombre.

Se giró con lentitud hacia el chico castaño y de flequillo ondulado. Era más alto que ella, de cuerpo estilizado pero fuerte y blanco, extremadamente blanco. Su rostro fino y hasta cierto punto agradable tenía pintado esa estúpida mueca siniestra en forma de sonrisa que tanto había aprendido a temer.

– ¿Qué...? –comenzó, pero paró en un intento por no tartamudear– ¿Qué quieres?

– Nada que no sepas ya –dijo con cierto tono lascivo, pasando su lengua por su labio superior y avanzando peligrosamente hacia MinAh.

Instintivamente la chica retrocedió un par de pasos, ya sabía lo que venía...

Echó un vistazo a su alrededor, estaban completamente solos. No es que la fueran a ayudar en caso de que Lay se... aprovechara de su posición, pero tendría testigos y eso sería una buena baza para manipular y extorsionar, acciones que debía controlar si quería vivir para salir de aquel agujero.

El nerviosismo crecía alarmantemente rápido y le impedía pensar con claridad. No podía permitir que Lay hiciera lo que quisiera con ella, no mientras pudiese defenderse.

– ¿Qué pasa? –su sonrisa se acentuó, marcando aquel hoyuelo tan característico– ¿Te ha comido la lengua el gato? –estaban cerca, peligrosamente cerca– ¿O tienes... –el brazo de Lay comenzó a enroscarse alrededor de su cintura casi imperceptiblemente– miedo? –sus manos apresaron a MinAh con fuerza, impidiendo que se escapara.

– S-suéltame –murmuró débilmente la chica, tratando de separarse; estaba fallando miserablemente en su promesa de supervivencia, y eso hacía que se hundiera aún más.

– No... –respondió con delicadeza pero contundentemente, acariciando con su nariz la línea del cuello de la muchacha, aspirando aquel aroma que lo había cautivado la primera vez que se encontraron– Eres tan frágil y débil... –le susurró al oído, haciendo que temblara, tenía miedo– Pero si me das lo que quiero prometo protegerte... MinAh...

«lo que quiero»

Sabía lo que quería, conocía su fama en aquel barrio y no había que ser muy avispada para notar sus indirectas mal disimuladas. Pero no podía, no podía rendirse de aquella manera.

Las manos de Lay cada vez iban más allá mientras MinAh se retorcía entre sus brazos, tratando de liberarse inútilmente.

– Ríndete ya, MinAh –la chia dio un respingo al sentir las manos de Lay apretar su culo descaradamente mientras su sonrisa de tiburón se ampliaba como preludio de algo que no quería presenciar–. Da igual lo que hagas... acabarás siendo mi p...

– ¡LAY! –aquella persona, bendita persona, acababa de salvar a MinAh.

El mayor de ambos se giró hacia aquella voz, molesto, chasqueando la lengua y aflojando inconscientemente el agarre sobre su víctima. Min aprovechó y se alejó rápidamente de Lay, quien le dedicó una mirada molesta e intimidante.

– ¡¿De qué coño vas?! –le espetó al otro, un chico también alto, de piel morena, ojos negros como el carbón y labios gruesos– ¡¿No ves que estaba ocupado?!

– Llegamos tarde –se limitó a contestar el otro, encogiéndose de hombros y haciendo gala de su actitud indiferente.

– ¿Te crees que me importa? –resopló, poniendo los ojos en blanco– No vengas ahora de niño bueno y responsable cuando odias esa mierda más que yo, Kai.

El nombrado se volvió a encoger de hombros, como si no supiera hacer otra cosa.

– ¿Y qué? –respondió con simpleza– ¡Ya se ha largado! –señaló la figura lejana de MinAh, quien no había perdido su valioso tiempo quedándose allí– No jodas más y vámonos, que Joon nos espera.

Lay suspiró, masajeándose las sienes, aquel niñato lo sacaba de quicio, pero no dejaba de ser un colega importante.

Se recolocó la chaqueta de cuero que llevaba y se acercó al moreno. Lo miró unos segundos antes de hacerle un gesto para que se marcharan ya. Aún no entendía por qué Kai lo seguía como si fuera un perrito... era fuerte, poderoso e inteligente, pero ahí estaba, tras él, y, unos pasos más atrás, su guardaespaldas.

El chico en cuestión, varios años mayor que ellos, era sigiloso y disimulado, pero Kai se había dado el trabajo de quejarse eternamente y sin descanso de “ese armario empotrado que me pisa los talones todo el puto día”. Un tal Joon, fuerte y decidido, una verdadera máquina de matar, aunque tonto como él solo... Por supuesto aquel no era su verdadero nombre, como todos en aquel barrio usaba un sobrenombre.

Joon no era mala persona, el propio Lay había tratado con él más de una vez, podía ser violento, pero había algo en él que le hacía pensar que no pertenecía a ese mundo...

– Ya hemos llegado –suspiró Lay, abriendo la puerta del lugar de reunión y dejando pasar a Kai primero.

– Os espero aquí a la salida –murmuró Joon mientras se encendía un cigarro.

Lay le hizo un gesto con la cabeza a modo de despedida antes de cerrar de un portazo, todavía le hervía la sangre al pensar en la perfecta oportunidad que había perdido, aunque Kai se las pagaría...
Continuará...

4 comentarios:

  1. Ains, tengo mucha curiosidad de todo! Mi Lay plsss que malote, pero tengo el presentimiento de que se personaje me va a caer mal, si es que sigue teniendo esa actitud, me gusta mucho! Y Joon es Lee Joon? porque yo me lo imagino con su cara xDDDDDD

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    1. Sí, es Les Joon XDDD Puedes imaginarte tranquilamente su cara (?) Lay es un malote de primera e_é pero es uno de mis personajes favoritos y al final se le coge cariño, te lo digo yo <3

      Me alegro de que te esté gustando ^O^ A partir de ahora supongo que actualizaré cada cinco días más o menos >\\<

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  2. Bien, empezaré por...
    ... ¿Lay de malo? Srsly? x'DDDD LOLOLOL no puedo. Pero, aunque me cayó mal con esa primera impresión, lo amo (?) ;__; No sé, no es que te lo pueda explicar fácilmente, es que con esa actitud lo amo-odio :'c
    Ih, sabía que Kai iba a ser uno de los personajes! Soy adivina juejuejue (??) ya tengo a varios en mente u3u y estoy SUPER segura de uno de ellos, hasta podría apostar xD
    Eso del final me dejó con intriga >_> eso de que Kai se las pagaría, no puedo esperar q__q
    Disculpa que te deje mi comentario tan tarde u3u de verdad, pero seguro que siempre te los dejo~

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    1. Lay de malo e_é No te creas, que pone mucho así, eh? (?) XDD Yo insisto en que Lay es el típico personaje que al final cae bien, ya lo verás y es de mis favoritos porque es amor y asdfgasdhfasdhfasdf *^*

      Creo recordar que te dije que el nigga era uno, ahora no lo sé XD Oish, yo quiero saber quiénes crees que van a ser los demás personajes, que todavía quedan algunos por desvelar y tal LOL

      Espero que te vaya gustando >//< Para mí es un alivio ^^

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