Quizás tengas razón, quizás soy yo
la que no se conoce, quizás soy yo la que no quiere ver la realidad.
A veces me gusta pensar que soy normal, me gusta pensar que mi
infancia fue bonita, plagada de esos recuerdos que la gente tanto
adora atesorar en lo más profundo de su corazón. Pero no fue así.
Hace casi ocho años que siento que mi
vida no es como debería ser. No soy una adolescente normal, no soy
lo suficientemente mayor para ser una adulta pero tampoco soy lo
suficientemente pequeña para ser una niña. Una vez escuché que era
como una niña que intentaba ser adulta y una adulta que intentaba
ser niña. ¿Extraño? Tal vez como mi vida misma. Pero si no soy ni
uno ni lo otro... ¿qué soy?
¿Debería ser egoísta como los
adolescentes? Inconformista, rebelde, siempre queriendo más y más,
discutiendo, gritando.
¿Debería ser responsable como los
adultos? Afrontar los problemas por mí misma, callar, buscar la
mejor solución para todos, velar por el bien de los demás.
¿Debería ser alegre como los niños?
Siempre jugando, siempre sonriendo, sin problemas en los que pensar.
¿Qué debería ser? ¿Cómo debería
ser? ¿Qué debería hacer para cambiar? ¿Qué debo cambiar? ¿Cómo
mejorar?
A veces me preguntas si estoy bien y
yo respondo asintiendo con la cabeza obedientemente. Me dices que si
lo paso mal puedo contar contigo y yo vuelvo a asentir. Me miras
serio y repites que puedo contarte cualquier cosa, pero yo solo
asiento de nuevo. No tengo problemas más allá de aquellos que
arrastro desde hace años. ¿No los conoces ya? ¿Tal vez nunca hablé
de eso contigo?
No pretendo culpar a nadie, no
pretendo buscar más ayuda de la que ya me ofrecen, no pretendo tener
sesiones interminables de charlas interminables que tratan temas
interminables. Lo único que necesito es seguridad. Puedo reír con
una broma, pero por dentro estaré preocupada por si va más allá
del humor. Puedo aceptar un comentario malo, pero por dentro estaré
muriéndome de dolor. Puedo decir que sí, pero por dentro estaré
gritando que no.
Yo quiero escuchar la verdad aunque me
dé miedo saberla. No quiero escuchar un “¡está genial!” por
ser tu amiga, tu hermana o tu hija. No quiero juegos, no quiero
tonterías, no quiero burlas, simplemente dime lo que me tengas que
decir y después apóyame, deja tu mano en mi hombro para que sienta
tu calor y dime que lo haré mejor, que confías en mí, que sabes
que puedo llegar tan lejos como quiera. Cree en lo que yo creo, sueña
con lo que yo sueño, confía en lo que yo confío, aunque pienses
que no es así, solo hazlo. Tal vez empapándome de tu seguridad
algún día seré capaz de crear la mía propia y protegerme en ella
cuando lo esté pasando peor.
Puede que algún día me mires a los
ojos y veas a esa persona que tanto has buscado, esa persona normal
que sabe afrontar sus problemas pero que a la vez cuenta con el apoyo
de otros, sin huir, sin callar, sin pretender lo que no es.
Tal vez algún día te sientas
orgulloso de lo que soy.
TT-TT precioso *se levanta y aplaude* eso necesitamos todos
ResponderEliminarMuchas gracias ^^ La verdad es que lo escribí por el dolor del momento, ahí realmente solo hay una realidad que vivo yo cada día así que me alegro de que alguien se haya dado la molestia de leerlo y comentarlo >w<
EliminarTe juro que mis ojos se han empapado enseguida de lagrimas. Es precioso, enserio, me encanto... Me siento retratada en parte, y estoy segura que muchas otras personas también se sentirían igual que yo al leerlo. Te lo repito por si acaso, está más que perfecto!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado ;//; Supongo que es normal que te sientas retratada, lo hice en un momento en el que no me encontraba especialmente bien y solo intenté reflejar lo que sentía >w<
EliminarMuchas gracias por pararte a comentarme, de verdad, lo aprecio muchísimo <3