sábado, 3 de agosto de 2013

我愛你 (Wo Ai Ni)

Nombre: Ana (@sbeaea) Blog
Título de la historia: 我愛你 (Wo Ai Ni)
Número de capítulos: One-Shot
Participantes: EXO Chen x chica
Género: AU (universo alterno), Romántico, Drama, Tragedia
Advertencias: Muerte de Personaje
Autorización: +13
Sinopsis:

Durante la Guerra, un chico escapará de su Infierno para encontrar el Paraíso





我愛你
(Wo Ai Ni)

Ella fue quien me encontró, y él fue el que nos unió. Aún tengo muy buenos recuerdos de ellos, aunque hace mucho tiempo que ya no están a mi lado. Los recuerdos son lo único que te queda de las personas que quieres, pero que se fueron.

Se fueron a un lugar mejor, un lugar en el que pueden descansar en paz, sin ninguna preocupación. Los muertos tienen esa suerte. Sí, la chica a la que amaba, y aún amo, y su hermano, mi mejor amigo, están muertos.

Muertos por una estúpida guerra, muertos por el ansia de poder, y yo, sigo vivo. Vivo, pero en realidad, estoy muerto en vida. Todo lo que amaba en este mundo, se fue, ahora no me queda nada más que mis recuerdos. Recuerdos que pesan, recuerdos que hieren, recuerdos que me marchitan más a cada día que pasa.

Llovía a mares. Me escondí en un sucio callejón y me intenté resguardar de la lluvia bajo el saliente de una casa, pero el agua seguía mojándome, calándome hasta los huesos, aunque ya no con tanta rapidez. Me quedé allí, agazapado, medio escondido y llorando.

Me había escapado de casa de mis padres y no volvería jamás. Mi padre era un militar de alto rango que se alió con los japoneses cuando atacaron y conquistaron parte de Corea, así que tenía privilegios. Pero también tenía obligaciones, y debía prestar su servicio en la conquista de China, por eso nos habíamos mudado aquí.

El motivo por el cual me había escapado era porque no soportaba para nada el ambiente que allí dentro se respiraba. Prefería ser un vagabundo a tener que volver allí.

Me quedé dormido casi sin desearlo y me desperté cuando sentí un puntapié en mi pierna derecha. Me sobresalté y levanté corriendo del suelo mirando a todos lados hasta que vi a una chica menuda, con el pelo negro cayéndole en cascada hasta la cintura, tapando la mayor parte de su rostro. Estaba delante de mí, me señalaba con el dedo y miraba hacia atrás.

-Hermano- dijo en chino- tenemos a un perro en la puerta de casa.
-No te acerques a los vagabundos- escuché decir a un chico que apareció por la esquina.
-Nosotros también somos vagabundos- contestó ella.
-No, nosotros tenemos casa- dijo- una casa a la que no podemos entrar porque alguien obstaculiza su entrada- y me miró con los ojos entornados.
-Lo siento- me aparté. Él pasó por mi lado sin apenas mirarme, retiró unos cuantos de escombros y se volvió hacia la chica, que no se había movido.
-Vamos, Li- la llamó, pero ella se colocó a mi lado y me agarró del brazo.
-¿No podemos quedarnos con el perro?- preguntó haciendo un puchero.
-NO.
-¿Por qué?- dijo ella con los ojos aguados- si es muy mono- tironeó de mis mejillas como una abuela y yo me quedé quieto, me agradaba sentir su piel en contacto con la mía- ¿ves? Muy cuco.
-Li…- dijo el chico un poco enfadado.
-¿Cómo te llamas?- me preguntó ella haciendo caso omiso de lo que su hermano le decía.
-J…- estuve a punto de decirle mi nombre coreano, pero me detuve. Ella estaba siendo muy amable, aunque su hermano no, y no podía decir que era una de las personas que venían a destruir su tierra. Miré al final de la calle y vi un naranjo, así se me ocurrió mi nombre (N.A.:“Naranja” en chino se dice “cheng”, muy parecido al nombre artístico de JongDae, de hecho, sus fans se autoproclamaron little oranges)- Chen- contesté.
-¿Te llamas naranja?- me dijo sin creérselo.
-Es… algo parecido… suena más o menos igual.
-Increíble- se volvió hacia el chico- me lo voy a quedar.
-Li…- advirtió, pero ella ya me estaba llevando de la mano hacia el agujero de la pared-Li- volvió a llamar, pero ya estábamos dentro.
-No seas aburrido YiXing- contestó ella- será divertido.
-Será duro, apenas puedo mantenernos a nosotros dos.
-Puedo mantenerme solo- dije. No quería causarles problemas a estas personas tan amables.
-¿Ves? Se puede largar.
-No- ella me agarró del brazo muy fuerte- no quiero que mi perrito “Naranja” se vaya.
-Me llamo Chen- susurré.
-Y eso he dicho, ¿no?- sonrió. Me caía muy bien esa chica.
-Se ha encaprichado- murmuró él- no hay nada que hacer- suspiró cansado.
-Puedo hacer cosas para ayudar, si me quedo- dije.
-Zhang YiXing- se presentó el chico haciendo una leve inclinación- ella es mi hermana pequeña Li- la chica me sonrió.
-Ven a comer- me agarró más fuerte la mano que me tenía agarrada y me llevó con ella- no es mucho, pero es mejor que nada- comentó tendiéndome la comida- antes no era así…- susurró- antes de la guerra nada de esto era así- me sentí realmente culpable, aunque yo no tuviera nada de culpa, pero sus ojos brillantes, amenazando con llorar de un momento a otro me hicieron sentir así- pero, bueno…- sonrió tristemente- lo malo no dura toda la eternidad.

Ése fue el momento en el que nos conocimos. De ahí en adelante me pasé mis días con ellos. Aunque al principio fue duro, después de un tiempo, YiXing y yo pudimos llevarnos mejor y nos hicimos los mejores amigos. Los dos traíamos comida a casa y nos turnábamos para cuidar de Li dentro de nuestro refugio, el sótano de una tienda abandonada que antiguamente vendía remedios de plantas medicinales. Lo pasaba bien con ellos, y olvidé por completo mi anterior vida.

Comencé a sentir algo más que cariño por Li cuando una noche de tormenta se acurrucó contra mí en busca de protección. YiXing no estaba ese día y yo la estuve cuidando hasta que se calmó y pudo dormir. Quien no pudo dormir finalmente, fui yo, ya que su cercanía, el olor de su piel y su pelo absorbían por completo todos mis sentidos. Me pasé toda la noche acariciándola, tocando su fino cuerpo, pero sin llegar a ningún lugar comprometedor. Sólo me sentía bien al rozar su piel y ella sonreía en sus sueños.

Apenas amanecía cuando Li despertó me descubrió mirándola y se sonrojó. Después de su personalidad lanzada al recogerme de la calle, nunca más se había mostrado así, era muy tímida, aunque hablaba bastante, pero ya no me agarraba de la mano o me abrazaba y lo extrañaba, aunque sólo lo hubiera hecho una vez.

-Buenos días, hermosa- ella se sonrojó. (N.A.: Li significa “hermosa” en chino, por eso elegí ese nombre ^^)
-Buenos días- me susurró- siento haber ocupado tu cama- se iba a levantar, pero la agarré de la cintura y la tumbé a mi lado.
-Acaba de amanecer- le dije- puedes ocupar un rato más mi cama y descansar- estaba muy roja, tanto que parecía como si fuera a explotar.
-No quiero ser una molestia.
-No lo eres, tranquila- Li se quedó muy quieta mientras la envolvía en mi abrazo y la pegaba a mí- duerme bien, hermosa- y caí en los brazos de Morfeo.

Se convirtió en una costumbre para nosotros el dormir juntos en las noches de tormenta, y poco a poco esa costumbre se fue extendiendo a las noches que YiXing pasaba fuera de casa, hasta que en los últimos tiempos, dormíamos abrazados todas las noches. No porque fuera algo nos gustara y por eso lo hacíamos, que también, por lo menos por mi parte; lo hacíamos porque la guerra había llegado a nuestra ciudad, y se volvía peligroso incluso respirar.

El feliz día en el que le declaré mi amor a Li, fue a la vez el día más fatídico. Acabábamos de darnos nuestro primer y casto beso cuando YiXing entró rápidamente al lugar al que llamábamos casa.

-¡Chen, cógela y llévatela de aquí!- me gritó y después cogió una gran bocanada de aire, intentando recobrar el aliento.

Agarré de la mano a Li y la levanté del suelo. Corrí hacia el boquete que nos servía de entrada y cuando estaba a punto de traspasar el hueco y salir a la calle, el sonido de un disparo rebotó en el callejón, al igual que el cuerpo inerte de YiXing contra el suelo. Escuché a Li gritar detrás de mí y salí de mi shock inicial.

Los japoneses nos atacaban y no podíamos hacer más que huir. Hice entrar a Li de nuevo en nuestro escondrijo y taponé la puerta como pude, antes de volverme hacia ella a comprobar su estado.

Acababan de matar a su hermano frente a sus ojos, estaba de una manera inclasificable. Temblaba de pies a cabeza, intentaba ocultar su rostro con sus manos, pero sus lágrimas ya lo surcaban. La abracé fuertemente y mientras fui andando hasta ocultarnos bajo las escaleras que subían a la antigua tienda.

Oía las voces de los soldados muy cerca y en pocos minutos desatrancaron la improvisada puerta y entraron a nuestra casa. Lo registraron todo, pero no dieron con nosotros. Después de bastante rato, se fueron, y cuando pensamos que todo había acabado, salí lentamente de nuestro escondite.

-Quédate aquí- le susurré y le di un beso en la cabeza- no hagas ruido- ella asintió- si ves que tardo intenta buscar alguna manera de salir de este lugar y encontrar algo seguro- Li negó con la cabeza.
-Por favor- le di un pequeño beso en los labios- wo ai ni…
-Yo también te quiero- le di otro beso en los labios.

Y salí a la calle. Justo en la puerta, estaba el cuerpo de YiXing, todavía tenía un leve temblor en el cuerpo, me agaché a su lado.

-YiXing- susurré.
-Ellos… están… aquí…

Me levanté corriendo, pero era tarde. Lo último que vi antes de sentir un golpe en la cabeza fue como Li asomaba la cabeza por el agujero y la sonrisa de satisfacción de mi padre.

Ha pasado un mes desde aquello. No me había imaginado lo de mi padre, él estaba allí, y me trajo de vuelta a casa después de un año de vivir libre. Me contó con todo lujo de detalles como todos sus soldados habían violado y después matado a Li, y como le llenaron el cuerpo de agujeros a YiXing.

Llevo todo este mes intentando suicidarme y reunirme con ellos en aquel lugar maravilloso que es el cielo, pero siempre hay algo que me lo impide. Mi madre, algún criado, o todos a la vez. Yo solo quiero dejar este mundo.

El día que mi corazón volvió a latir de nuevo, mi madre me había obligado a salir con ella, la cosa se ponía cada vez más peligrosa en las calles y era muy difícil salir sin recibir un tiro, ya fuera de fuego amigo o enemigo. Iba mirando en cada esquina para ponerme a tiro de alguien y morir, entonces la vi. La vi. Vi a Li, a Li y a YiXing, esperando en un callejón, nuestro callejón. Justo después oí un disparo, un disparo, y en ese momento supe que mi ansiada muerte iba a llegar.

Noté que el fuego quemaba mi corazón y después, paz. Sonreí y cerré los ojos, abandonándome a lo que más ansiaba. Estar con Li y YiXing.

Wo ai ni, Li.

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