Título: "When pride overcomes love" (Cuando el orgullo supera al amor)
Personajes: Layla (OC), Lee Hayi (Lee Hi, secundario), BaekHyun (EXO)
Género: hetero, AU, drama.
Advertencias: alguna palabra malsonante.
Clasificación: +16
~.~.~
“Las
gotas de lluvia chocaban contra mi ventana a la vez que las lágrimas
caían lentamente por mis mejillas. “Sabía que esto pasaría,
debería estar sonriendo” –
pensaba, mientras recordaba aquella escena. “Era de esperar” –
volvía a pensar, para seguidamente derrumbarme otra vez. Todo había
pasado tan rápido y había terminado tan de repente que mi corazón
estaba totalmente roto; aún así, mis sentimientos por él
permanecían vivos, impidiendo que mi llanto cesara. “Si tan solo
pudiera regresar al día en que nos conocimos e impedir que todo esto
pasara” –
pensé por última vez, cogí un abrigo y salí de mi habitación”.
Por
aquel entonces Layla acababa de mudarse a Corea del Sur debido al
duro trabajo de su padre, que la obligaba a cambiar de aires cada
cierto período de tiempo. Al principio le costaba adaptarse pero
terminaba por acostumbrarse y aquella vez no iba a ser la excepción.
Lo menos preocupante para ella a la hora de mudarse, eran sus amigos,
ya que no tenía; se movía tanto por el mundo que no tenía tiempo
de hacer ninguno. Ya estaba acostumbrada a la soledad.
Aquel
día se levantó de repente debido al ruido del despertador y se dio
un golpe tremendo en la cabeza contra el techo; no se acordaba de que
estaba durmiendo en la parte de arriba de una litera, con su hermana
durmiendo abajo. En su antigua casa solían dormir las dos en
habitaciones separadas así que no terminaba de hacerse a la idea de
tener que compartir habitación con la pesada de su hermana, además,
la habitación era exageradamente pequeña. Bajó como pudo por la
pequeña escalera y se dirigió rápidamente al aseo con cuidado de
no despertar a nadie, se dio una ducha y se vistió con el uniforme
de su nueva escuela.
– Esta
falda es demasiado corta – se quejó, y después bajó a hacerse el
desayuno.
Desayunó
tranquilamente ya que quedaba bastante tiempo para que las clases
dieran comienzo y más tarde se fue por el mismo camino que había
recorrido días antes al ir a matricularse. No le fue difícil llegar
ya que tenía un gran sentido de la orientación.
Cuando
llegó, lo primero que vio fue una gran ola de gente entrando
corriendo al edificio y la cual se paró en la entrada, así que
entró por pura curiosidad y vio las clases con las listas de
alumnos.
– Oh,
genial, no entiendo estas letras tan raras – dijo para sí misma.
Miró a su alrededor para ver si podía encontrar a alguien que la
ayudara – P-perdona … soy extranjera y no entiendo las letras
coreanas, ¿podrías echarme una mano? – preguntó al chico que más
cerca estaba de ella.
– Tch
– la miró con cara de asco y se fue.
– Pero
qué borde es la gente aquí – murmuró, y siguió preguntando a
más personas.
Cuando
por fin encontró su clase entró lentamente y analizando hasta el
mínimo detalle de la sala.
– ¡Oh!
¡Pasa, pasa! – dijo la profesora sonriendo y animándola a pasar –
Te presentaré – Layla asintió con la cabeza.
La
profesora dio un golpetazo en la mesa y por arte de magia todo el
mundo se calló y se sentaron en sus pupitres.
– Chicas
y chicos, ella es Layla. No habla muy bien el idioma y tampoco
entiende nuestra letra, así que espero que seáis considerados con
ella y la ayudéis en todo lo que podáis para que se pueda adaptar
rápidamente a nuestro centro y al país en general.
La
clase se quedó callada y varias personas asintieron.
– Puedes
sentarte donde quieras.
En
realidad no pudo escoger sitio ya que había llegado tarde debido a
sus pocos conocimientos de coreano y solo quedaba un sitio libre, al
lado de la ventana. La clase se le hizo eterna debido a que no pudo
entender las cosas que la profesora escribía en la pizarra ni la
mitad de las cosas que decía.
Al
parecer, ahora les tocaba ir al gimnasio para la clase de educación
física y, como ella no sabía donde estaba, la profesora le dijo a
una de sus compañeras si podía acompañarla, la cual aceptó
encantada.
– ¡Hola!
¡Soy Hayi! Te acompañaré al gimnasio – dijo con una sonrisa de
oreja a oreja, parecía una chica agradable.
Salieron
de clase y mientras iban caminando por los pasillos algo llamó la
atención de Hayi, que se dirigió dando saltos a un tablón de
anuncios que había cerca, y Layla le siguió.
– ¿Qué
es? – preguntó, desde detrás.
– Oh,
es la publicidad de las actividades extraescolares, creo que me
apuntaré a esta – señaló un cartel con el dedo – es un club de
canto.
– ¿Te
gusta cantar?
– Mucho
– sonrió – y tú, ¿te apuntarás a algo?
– Oh
… asistiré a clases de matemáticas por las tardes, así que no
creo.
Prosiguieron
su camino hacia el gimnasio cuando, esta vez, algo llamó la atención
de Layla; era el chico que la había despreciado esta mañana. Solo
se quedó mirándolo con cara de odio.
Cuando
llegaron al gimnasio, fueron a los vestuarios y las dos se pusieron
el chándal y se hicieron una coleta en el pelo para evitar que les
molestara mientras corrían. Cuando terminaron se sentaron a esperar
que el profesor pasara lista.
– El
chico que estabas mirando antes …
– ¿Hm?
– ¿Te
gusta, por casualidad?
– Pero
qué dices, ni sé quién es.
– Oh,
¿en serio no lo sabes? Qué raro, es bastante popular en la escuela.
– Es
solo que hoy le pedí ayuda para buscar la clase y me miró mal.
– Baekhyun
es bastante borde.
– ¿Quién?
– Baekhyun,
Byun Baekhyun. Suele ser así con toda la gente.
– Ya
veo … ¿y por eso es popular?
– No
solo por eso, es demasiado mayor para estar aquí, ha repetido muchos
cursos así que la gente lo considera como el superior; pero lo más
insoportable de su personalidad es que suele tratar a las chicas como
juguetes.
– Pues
menudo imbécil.
– Como
sea, solo te quería advertir que te mantengas alejada de él –
Layla asintió.
La
mañana transcurrió con normalidad y al mediodía, Layla volvió a
su casa para comer, descansar, y más tarde ir a sus clases de apoyo
de matemáticas; hubiera preferido apuntarse al club de canto con
Hayi pero sus padres la obligaban, ya que era mala en matemáticas y
ellos eran muy estrictos en cuanto a temas de estudios.
Se
dirigió con vagancia al instituto y buscó la clase. Por los
pasillos había tanto silencio a esas horas que incluso le produjo
miedo. Una vez la encontró, tocó la puerta y se asomó ligeramente
al interior.
– ¿S-se
puede?
– Adelante
– dijo el profesor, y Layla terminó de entrar.
No
había mucha gente en esa clase, así que el ambiente iba a ser bueno
… o eso creía ella, antes de ver al que había “sentado” en la
última fila. Se dirigió a sentarse, evitando cruzar las miradas con
él.
– Señorito
Byun, ¿podría hacer el favor de bajar los pies de la mesa? –
preguntó el profesor mientras Layla todavía estaba decidiendo donde
sentarse.
– No.
– ¡Señorito
Byun! ¡Si no me va a obedecer váyase inmediatamente de esta clase!
– ¿Crees
que vengo aquí porque quiero? Me obligan a estar aquí, así que si
me echas me harías un gran favor.
– A
mí también me obligan a estar aquí y no voy faltando al respeto de
los profesores ni teniendo un comportamiento de mierda como tú –
dijo Layla, acercándose a él.
– ¿Quién
coño te crees que eres para hablarme así? – dijo Baekhyun,
levantándose alterado.
– Alguien
más decente que tú, ¿te vale eso?
– ¡SILENCIO!
– gritó el profesor. Los dos se miraron con odio, Baekhyun salió
de la clase y Layla se sentó.
“Bajé
las escaleras con prisa, limpiándome las lágrimas con la manga de
la chaqueta y apoyada a la barandilla. Fui a la cocina a beber agua y
me dirigí a la puerta para salir a la calle, a disfrutar de la
lluvia.
– Hija,
¿vas a salir con esta lluvia? – me preguntó mi madre.
– Sí.
– Llévate
el paraguas.
– No
lo llevaré – dije sin mirarla.
Todo
se quedó en silencio, solo se oía el ruido de las gotas golpear
contra el suelo.
– Perdón
por haberte obligado a ir a esas clases … si no te hubiera obligado
tú no estarías así.
– No
pasa nada, mamá – me giré y la miré con una sonrisa – no es tu
culpa, al fin y al cabo fui yo la que entré en su juego.”
La
clase terminó y Layla recogió sus libros, los metió en la mochila
y se fue. Al estar fuera del edificio, se dio cuenta de que no tenía
ningunas ganas de volver a casa, prefería estar fuera sin soportar a
sus padres. En el gran patio que tenía su nueva escuela, divisó un
árbol en el que había bastante sombra así que se sentó bajo él
en el césped; pero no se percató de quién estaba sentado al otro
lado del árbol.
– ¿De
verdad soy tan odioso? – preguntó Baekhyun, esperando que Layla lo
oyera.
Se
produjo un corto silencio.
– Lo
eres.
– Ni
siquiera me conoces.
– No
necesito conocerte para saberlo.
– Es
por lo de esta mañana, ¿verdad?
– No
solo por eso, no me gusta la gente como tú – se levantó y se
limpió la falda.
– Tengo
que mantener mi popularidad.
– Me
importáis una mierda tú y tu popularidad.
Layla
se fue, definitivamente no quería tener trato con gente así, con
tan poca personalidad y con el ego tan subidito.
Baekhyun
se quedó sentado, a la espera de que llegaran sus amigos. Finalmente
llegaron y todos se sentaron en el césped.
– Baek.
– ¿Hm?
– Hagamos
una apuesta – sugirió uno de sus amigos, y todos se miraron con
sonrisas en la cara.
– ¿Una
apuesta?
– Si
te ligas a la nueva te damos 30,000 won, ¿te apuntas?
Todo
se quedó en silencio.
– ¿A
qué viene esto?
– Venga
Baek, ¿aceptas o no?
Se
tomó algunos segundos para pensar.
– Está
bien, acepto.
El
sol comenzó a esconderse y Baekhyun fue a su casa. Normalmente él
solía hacer las apuestas pero esta vez le había tocado a él; si
conseguía algo con Layla ganaba 30,000 won, pero si no conseguía
nada lo único que iba a ganar eran las risas y mofas de sus “amigos”
para el resto de su vida. Sus amigos sabían de sobra la actitud que
tenía Layla con él y habían aprovechado la oportunidad para
joderlo bien jodido.
Al
día siguiente las clases transcurrieron con normalidad, Layla se
estaba haciendo muy amiga de Hayi y las clases con ella se le hacían
menos aburridas. Hablaban de cualquier tontería que se les pasara
por la cabeza y se reían a más no poder.
Por
la tarde, Layla fue a sus clases de matemáticas. Entró a clase y
todo el mundo estaba sentado y con el libro en la mesa: incluido
Baekhyun. Layla llegaba tarde otra vez.
– Layla,
llega usted tarde otra vez, si se vuelve a repetir tendré que tomar
las medidas necesarias.
– Perdón.
Fue
a sentarse y el profesor comenzó a explicar la lección de hoy.
Baekhyun atendía y apuntaba todo; era demasiado raro.
– Perdone
profesor, no he entendido eso, ¿puede explicarlo otra vez? – dijo
Baekhyun, levantando la mano.
– No
hay tiempo para tonterías, Baekhyun, si no lo has entendido pídele
a un compañero que te lo explique mejor.
– ¿Puedo
sentarme con Layla? Ella me lo puede explicar.
– ¿Qué?
Ni hablar – dijo Layla, negando con la cabeza.
– Layla
cuando un compañero necesita ayuda deberías echarle una mano –
dijo el profesor y luego siguió apuntando cosas en la pizarra.
Baekhyun se sentó junto a ella.
– Y
bien, ¿qué es lo que no entiendes?
– Esto
– señaló un apartado de sus apuntes.
– Ah,
es fácil. Verás, para resolver la ecuación debes dejar las “x”
a la izquierda y pasar los números a la derecha.
– ¿Y
cómo hago eso?
– Si
tienes un número en la izquierda debes pasarlo a la derecha
cambiando su signo, si es negativo, pasará a ser positivo y
viceversa, ¿lo entiendes ahora?
No
hubo respuesta. Cuando Layla levantó la vista de los apuntes vio a
Baekhyun mirándola y sonriendo.
– Lárgate
a tu sitio.
– ¿Podemos
quedar mañana? – fue directo.
– Que
te largues a tu puñetero sitio – Baekhyun obedeció.
Pasó
el resto de la clase incómoda debido a que Baek no paraba de
mirarla, ya ni hacía caso al profesor.
La
hora de clase acabó y Layla salió lo más rápido que pudo de allí
evitando a Baekhyun, pero fue inútil porque éste le seguía. Un
rato después de haber salido del instituto, Baekhyun seguía detrás
de ella.
– ¿Puedes
hacer el favor de dejar de seguirme? Te he dicho que no, y es que no.
Punto final.
– No
pararé de seguirte hasta que quedemos mañana.
– Ayer
intentando conservar tu popularidad y hoy intentando quedar conmigo,
¿qué coño te pasa? ¿eres bipolar?
– He
decidido dejar mi popularidad aparte.
– Que
mal se te da mentir. Haz el favor de desaparecer de mi campo visual.
– ¿Pero
entonces quedamos mañana?
– ¡TE
HE DICHO QUE NO, CACHO PESADO!
Layla
corrió hasta su casa y cuando llegó se encerró en su habitación,
encendió el ordenador y se puso a hablar con Hayi por cam, ya que no
sabía escribir.
– Hayi,
me ha pasado una cosa muy rara con Baekhyun, ayuda.
– Qué
ha hecho el tonto ese, cuéntame.
– Es
todo muy raro, me ha mirado durante toda la clase y me ha dicho de
quedar mañana, le he dicho que no pero me ha seguido la mitad del
camino a casa insistiendo.
Hayi
se mantuvo en silencio.
– Tienes
dos opciones. O huir del país o aceptar para que se calle.
– Entonces
huiré del país.
– ¡Layla!
– Vale,
quedaré mañana con él, espero que así deje de molestarme.
– Ten
mucho cuidado.
Otro
día comenzó y Layla fue a la escuela decidida a decirle que sí a
Baekhyun.
– Baekhyun,
¿podemos hablar? – dijo cuando llegó a clase y lo vio.
– Vale.
Fueron
a una esquina de la clase para que nadie les oyera.
– ¿Hoy
después de las clases de matemáticas? – preguntó Layla.
– ¿Qué?
– Para
quedar – A Baekhyun se le iluminaron los ojos.
– Vale
– sonrió.
“Tendría
que haber huido del país en vez de haber hecho esa tontería –
dije Layla mientras salía de casa. Apenas unas horas todo estaba
soleado y yo era feliz, pero ahora llovía y mis lágrimas se
camuflaban entre las gotas de lluvia. Parecía que cada vez que
recordaba ese momento, llovía con más intensidad.
“¿Será
que el tiempo conoce mis sentimientos?” – pensé, mientras
caminaba rumbo a la plaza donde nos dimos nuestro primer beso.”
Cuando
la clase de matemáticas finalizó, tanto Layla como Baekhyun
recogieron sus cosas y salieron juntos de allí.
– ¿Dónde
vamos?
– ¿Vamos
a tomar un helado? – sugirió Baekhyun, y Layla asintió.
Pusieron
rumbo hacia la heladería y cuando llegaron esperaron en la cola para
pedir.
– Quédate
aquí, vengo en un momento – dijo Baekhyun.
Salió
del establecimiento y marcó el número de uno de sus amigos.
– Dentro
de una hora en la plaza central, ¿entendido? – se escuchó una
risa pícara de parte de su amigo.
– Entendido.
Con
la respuesta de su amigo, Baekhyun volvió a entrar en la heladería.
– ¿De
qué quieres el helado? – le preguntó a Layla.
– De
vainilla, ¿y tú?
– Igual
– sonrió.
Una
vez comprados los helados salieron y fueron a sentarse en la fuente
que había en una plaza cercana. Se sentaron en ella y comenzaron a
comer mientras hablaban “amigablemente”.
– ¿Y
qué haces en tus ratos libres? – preguntó Baekhyun.
– Leer
– Se produjo un silencio incómodo.
– ¿No
me vas a preguntar que hago yo cuando tengo tiempo libre?
– No
me interesa.
– Eres
rara.
– Gracias.
– ¿Gracias?
– Baekhyun se sorprendió.
– Prefiero
ser rara a ser una “sin personalidad”, tal y como lo eres tú.
– ¿Por
qué eres tan borde? – Layla solo miró a otro lado.
Al
rato, Layla sintió que Baekhyun la cogía por los hombros.
– ¿QUÉ
HACES? – se levantó histérica.
– P-perdón,
solo quería que fuéramos a pasear.
– … vamos
– la volvió a coger de los hombros y se levantaron.
Era
la primera vez que un chico la cogía de esa manera y no supo
reaccionar de otra forma, y, aunque le fuera incómodo estar así con
Baekhyun, sabía que todo iba a quedar en el olvido cuando la tarde
terminara.
Tan
pronto se levantaron de su asiento en la fuente, Baekhyun paró en
seco, ya que había avistado a sus amigos a lo lejos, mirándolos.
– Layla
cierra los ojos – le dijo de repente.
– ¿Para
qué?
– Ciérralos,
por favor – Layla hizo caso.
Al
momento de cerrarlos, sintió unos labios rozando los suyos y
forcejeó, pero Baekhyun la sujetó de la espalda. Cuando Baekhyun
vio que sus amigos se iban, se alejó de ella.
– Perdón,
es que me apetecía besarte – se rascó la nuca y obtuvo como
respuesta un gran guantazo de parte de Layla y ésta se fue.
“Caminaba
y caminaba por las calles recordando todos aquellos momentos,
maldiciendo esos sentimientos que se suponía que eran mutuos.
Finalmente llegué y no podía creer lo que veían mis ojos.
– Baekhyun
… – dije en un leve susurro inaudible.
Él
estaba sentado en la fuente, con los brazos apoyados y la cabeza
hacia atrás, mirando arriba, a saber donde.
Por
un momento me pareció ver una lágrima caer de sus ojos.”
Llegó
a la clase de matemáticas como hacia todas las tardes, pero esta vez
más nerviosa de lo normal ya que el día anterior se había “besado”
con Baekhyun. En realidad fue un ligero roce de labios pero no dejaba
de ser su primer beso, y aunque le molestó … estaba satisfecha de
haber tenido por fin una experiencia así, a pesar de que fuera con
tal subnormal.
– ¿Se
puede? – dijo tocando la puerta, con una sonrisa en la cara.
– Sí,
llega pronto hoy, señorita Layla – respondió el profesor y Layla
sonrió de nuevo para seguidamente ir a sentarse a su sitio.
Baekhyun
era el que iba a llegar tarde esta vez, ya que iba por la calle
paseando tranquilamente dirección al instituto, con las manos en los
bolsillos. Solo podía pensar en lo ocurrido el día anterior,
todavía tenía la mejilla roja. Desde aquel momento su cabeza solo
podía reproducir las imágenes de una persona: Layla. Tenía
carácter, y por alguna extraña razón le parecía extremadamente
adorable cuando se enfadaba. No sabía cual era la sensación que
estaba experimentando, pero sin duda le gustaba.
Llegó
y la vio sentada en su sitio de siempre; decidió sentarse con ella.
– ¿No
vas a tu sitio? – preguntó Layla.
– No,
quiero sentarme contigo hoy, ¿no te molesta verdad?
– No
me digas que ahora te has enamorado de mí – dijo con ironía.
– Puede
ser – sonrió, y Layla se sorprendió – ¿quieres quedar hoy?
– ¿H-hoy?
V-vale.
– Vaya,
parece que hoy te has levantado con buen pie – rió.
Salieron
de clase y como el día anterior fueron a pasear por la ciudad, esta
vez el ambiente era distinto, había más … confianza. Se tomaron
su tiempo para conocerse y resultó haber más de una cosa en común
entre ellos. Cuando se hizo tarde, Baekhyun acompañó a Layla a
casa.
– Ya
estamos aquí.
– ¿Vives
aquí?
– Sí,
“vivo” – hizo el signo de las comillas con los dedos –
todavía no hemos desempacado el equipaje.
– Ya
sabes que si necesitas ayuda, aquí estoy.
– Lo
sé.
– B-bueno,
creo que es hora de que me vaya – se acercó a ella.
Una
vez estuvo lo suficientemente cerca de ella le levantó la cara y la
besó, suavemente sin pegar demasiado sus labios a los de ella;
después se separó.
– ¿No
me vas a pegar? – preguntó Baekhyun.
Tras
preguntar, Baekhyun hizo ademán de irse pero Layla lo detuvo,
cogiéndolo del brazo y lo acercó a ella. Lo cogió de la corbata
que llevaba el uniforme y lo agachó a su altura, para volver a
juntar sus labios esta vez con más potencia; parecía ser que los
labios de Baekhyun se habían vuelto una adicción para ella. Se
separó y entró a su casa, sin decir nada.
Había
caído ante sus encantos … pero él también ante los de ella.
Pasaron
días y días y su relación cada vez era más conocida por todo el
mundo; no querían ocultar nada. Se amaban. Tal vez Layla amaba a
Baekhyun más de lo que él la amaba a ella, pero estaba convencida
de que esos sentimientos eran mutuos. Esos besos, esas caricias que
la hacían estremecerse, no cambiaría a Baekhyun por nada del mundo.
Era feliz, pero no podía evitar tener miedo sabiendo como era él.
Un
día, en el inicio de las clases, vio a Baekhyun junto con algunos
amigos hablando y se acercó, dando pequeños saltos y lo abrazó por
detrás.
– ¡Buh!
– ¡Tonta!
¡Me has asustado! – se dio la vuelta y depositó un beso en sus
labios.
– ¿Aún
sigues con ella? – preguntó uno de sus amigos.
– Eso
eso, si ya tienes los 30,000 won – dijo otro de ellos.
– ¿Qué?
– preguntó Layla, confusa, y Baekhyun se tensó.
– A
ver, niña tonta, Baekhyun está contigo porque hizo una apuesta con
nosotros, si conseguía algo contigo, le dábamos 30,000 won, y si
no, nuestras risas para el resto de su vida.
– Baekhyun,
¿es eso verdad? – preguntó, y después tragó saliva.
– … Sí,
lo hice por una apuesta.
Layla
derramó una lágrima, y otra, y después otra, y así hasta
derrumbarse completamente. Corrió hacia la salida, solo quería
estar sola.
“Me
acerqué a él, sin hacer mucho ruido y me senté a su lado. En
efecto, los dos llorábamos. Pasamos un rato en silencio, los dos
solos, cuando decidí comenzar yo a hablar.
– Baekhyun,
¿sabes que esto ha terminado verdad?
– Sí
– dijo con voz llorosa.
– Solo
quiero saber una cosa antes – comencé a llorar, justo como lo
estaba haciendo anteriormente en casa – ¿alguna vez en este tiempo
has llegado a sentir algo por mí?
– He
llegado a sentir muchas cosas por ti, aunque todo empezara con esa
apuesta, de verdad yo te quiero, no quería que esto acabara así y …
– Layla lo interrumpió, poniendo su dedo encima de los labios de
Baekhyun.
– Cállate
– lo acercó a ella y lo besó, suavemente.
– Perdón,
en serio, yo … te quiero.
– No
hay marcha atrás. Has puesto tu orgullo por encima de mí, ahora
paga las consecuencias.
– ¿De
verdad quieres verme sufrir? – dijo Baekhyun, derramando una
lágrima.
– Si
hay alguien que sufre aquí, soy yo, Byun Baekhyun.
Después
de eso se levantó y se fue. Poco a poco dejó de llover. Ahora
estaba en paz consigo misma.”
Ro
Hola soy Sweetdreams,puntúo este fic con un 2.Ha estado bien.Gracias.
ResponderEliminarPuntúo este fic con un 5.
ResponderEliminarLa historia me ha encantado. Tiene una buena estructura con los pensamientos actuales de la protagonista por en medio de la historia en pasado. Y es un buen factor que la historia no tenga un final típico. Bien narrada, buenas expresiones y buena historia, mi enhorabuena.
[Hana]Me gustó el comienzo pero terminó aburriendome, asi que mi puntuación es un 1. Lo siento
ResponderEliminarPuntuación: 2
ResponderEliminarEl comienzo está bien... pero acaba aburriendo, siento la baja puntuación. El final no es típico que es algo bueno, pero a mi parecer debería haber captado la atención del lector durante todo el oneshot.
puntúo este fic con un 2.Ha estado bien.
ResponderEliminarHola soy Inma y puntuo el fic con un tres.
ResponderEliminarLo que más me ha llamado la atención y me ha gustado ha sido el vocabulario que tienen entre ellos, porque en estos tiempos en el mas solemos utilizar y me ha metido en la historia, la razon de poner un tres ha sido el final, me ha gustado pero no me ha quedado muy claro los sentimientos de ambos y como termina esa bonita pareja.
Puntúo el fic con un 5.
ResponderEliminarLa historia está muy bien estructurada y me ha gustado lo de incluir los pensamientos de la protagonista sobre el pasado. Por otro lado, se agradece que no sea la típica historia de final feliz.
A este fic lo puntúo con un 5. La historia ha estado bastante bien y ha resultado fácil de leer. A veces me parecía que iban demasiado rápido, pero teniendo en cuenta que es un oneshot, es comprensible.
ResponderEliminar[Stefy]
Puntuando con un 1.
ResponderEliminarA mi ver demasiado taco suelto,no son necesarios.
Aun asi la historia esta bastante bien.
Suerte.
Nota: 2.
ResponderEliminarJustificación: Buena redacción, ortografía y puntuación, fácil y cómodo de leer, aunque puedes mejorar.
Que tenga alguna palabra malsonante hace que sea más cotidiano, más del día a día, más real. Eso me ha gustado.
Lo que me ha decepcionado mucho ha sido el argumento. Habrá unas 37494283947 películas americanas con este argumento o parecido. Esperaba un argumento mucho más original, algo más de creatividad por tu parte. Tienes potencial para mucho más que esta historia de copia y pega.
Se dice que del amor al odio hay solo un paso, pero en t caso ha sido excesivo. Layla, querida, creo que eres algo bipolar para, de repente, amar a un chico con todo tu corazón, tu alma y tu ser al que ayer odiabas. Nada realista. Hubiera sido necesario algo más de negación por su parte. Y qué típico el chico malo y popular que tiene una apuesta para enamorar a la chica con carácter y que le odia y se acaba enamorando. Nada más que decir.
Por otra parte, el personaje de Baekhyun también es muy típico que le pongan así. Chico malo y popular. Habré leído mucho, pero hay tantos fics así que ya aburre un poco. Para mi gusto, deberías haber indagado en su pasado. Seguro que había algo trágico escondido.
Duda existencial: ¿Layla acaba de mudarse a Corea y no sabe del idioma y ya puede hacer una amiga y hablar con Baekhyun perfectamente? Muchos cabos sueltos a mejorar.
(Espero más de ti, tienes mucho más que darnos que una historia típica y envasada made in USA)
Puntuó este fic con un 3.
ResponderEliminarLa historia y la gramática es buena, engancha que es importante. Sólo que la temática se repite y puede llegar a ser pesada.
Mi puntuación es de un 5,me gusta la historia,esta bien narrada y sobre todo que el final no sea típico.
ResponderEliminarPuntúo este fic con un 5.
ResponderEliminarMe gusta la claridad, me gusta ese toque amargo y doloroso que deja el final. Si, es un tipo de historia que se ha visto en otros lugares, pero es uno de los mejores que he leído aquí.
Te digo, sinceramente, que tienes potencial y puedes hacer algo por encima de esto.
La forma de escribir es clara, no hace que te pierdas y la ortografía es buena.
En resumen, si, hay cosas que se pueden mejorar, pero me ha gustado.
¡Mucha suerte!
Le doy un 4. A pesar de que no se me ha hecho muy ameno de leer, estaba bien escrito y era fácil de leer. El final me ha gustado. Aunque el argumento en sí está bastante trillado, el final es más realista de lo que se suele ver y eso me ha gustado^^ Mucha suerte!
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